INTRODUCCIÓN
Con frecuencia me preguntan, ya sea en entrevistas o en firmas de libros, cómo fue que se me ocurrió tanto la idea como el desarrollo “narrativamente convincente” de El Evangelio de los Vampiros, y cómo yo, un “hombre esquizoide del siglo 21” (parafraseando a April Wine), puedo escribir en lenguaje bíblico-orientalista. Y con frecuencia respondo que, en relación a la primera pregunta, El Evangelio de los Vampiros es resultado de treinta años de lecturas e investigación de temas mitológicos; y acerca de la segunda, que cualquier escritor capacitado puede realizar el “pastiche” del lenguaje bíblico. Claro que mucho ayuda el haber estado doce años en un colegio católico, mas algunos años en contacto con el cristianismo. Se dice que la Biblia fue escrita por Dios a través de diferentes personas, en épocas distantes, y que la prueba de tal inspiración divina es que el estilo es el mismo en todos sus libros, a pesar de la diferencia de tiempo y escritores. Sin meterme en discusiones teológicas, como escritor, técnicamente puedo decir que en El Evangelio de los Vampiros he demostrado que eso ¡no es cierto! (¿y luego por qué los padres de familia queman mis libros?). Igualar, o al menos aproximar un estilo, no es tan difícil. Claro, hay que tener conocimientos de redacción, experiencia, talento y mucha paciencia y objetividad para corregir lo escrito, pero de que se puede, se puede. Es como si, dentro de quinientos años, los arqueólogos descubrieran los restos de nuestra “civilización” (?) y entre ellos, fragmentos de diferentes periódicos, y concluyeran que, al estar todos escritos en el mismo estilo, horrendo estilo diría yo, provenieran de una fuente divina.
Lo anterior viene al caso porque hoy quiero compartir mi afición por los temas mitológicos en esta página de mis nostalgias. Así como hay quienes son aficionados a las motos, el surf o los juegos de computadora, a mí lo que me distrae y relaja después de un día agitado es sentarme y leer algún libro sobre mitología. Para cualquier escritor, tanto la mitología como la historia son básicas, pero lo son todavía más para un escritor de horror, terror, fantasía oscura, sobrenatural o como le quieran llamar. Sobre ese tema insisto en mi curso. A mí que a veces se me reprocha un exceso de imaginación, no puedo imaginar cómo puede alguien siquiera pretender escribir horror (ya no digamos horror cósmico) sin tener esas bases. Una obra literaria “escrita” en tales condiciones no puede ser sino vacía y falto de convicción, y eso hasta el más neófito lector lo puede percibir.
La siguiente recopilación bibliográfica no sólo va dirigida a los aspirantes a escritores, sino a cualquier persona que guste de los temas oscuros. Porque lo que aquí vamos a tratar no son los dioses y héroes de la luz, sino su contraparte, aquella que a través de los siglos ha causado nerviosismo y temor a los habitantes de diferentes culturas. En la actualidad, estos seres impíos ya no causan el pavor de antaño, sino que más bien despiertan el interés y hasta la ternura de los que vibramos con los relatos antiguos.
Esta recopilación no pretende ser completísima ni mucho menos. La he realizado por puro placer y distracción, eso sí, lo mejor documentada posible a partir de LIBROS, no de páginas de internet. Si quieres ahondar más en el tema, te recomiendo que lo hagas también en LIBROS, no en internet. Para tal efecto, he incluido al final una bibliografía. Espero que, a quienes ya conozcan la mayoría de los entes que vienen a continuación, les traiga buenos recuerdos de cuando leyeron sobre ellos por primera vez; y a quienes apenas los descubrirán, espero que ésta sea una invitación para que deseen sumergirse en el siempre fascinante mundo de los mitos. En cualquiera de los dos casos, la invitación es a leer, a conocer más de lo que habita en el lado oscuro, y a apartarse, aunque sea por un rato, de la aplastante rutina de “la era light”.
A propósito he dejado fuera de esta recopilación a los vampiros. Sólo incluí dos o tres. La razón es que hoy en día se escribe ya demasiado sobre vampiros. Cada día brotan como hongos libros y páginas y páginas web sobre vampirismo, que por cierto muchas de ellas piratean el Evangelio de los Vampiros, creyéndolo un libro antiguo. Entre paréntesis, a raíz de eso ya recibí una indemnización de una editorial, y la PGR tiene los datos de sesenta y dos páginas piratas del Evangelio para su investigación y rastreo. De hecho, hay dos personas que están a punto de gozar de un campamento de verano en el Reclusorio Norte por tal razón. Fin del paréntesis. Decía que dejé a propósito fuera a los vampiros porque ahora no falta algún mozalbete atarantado que se siente y se atreve a declararse “vampirólogo(!)” sin tener dos dedos de frente. Por cierto ¿dónde se estudia la carrera de Vampirología? ¿En la Universidad Nacional Autónoma de Transilvania? ¡Que enseñen su título!
De manera que yo, que tengo título, pero de Médico Veterinario Zootecnista y no de vampirólogo, he querido ocuparme de los otros seres de la oscuridad, los que se desvanecen en el aire nocturno cuando tienes suerte, o que te llevan a sus infiernos cuando no la tienes. Los que susurran en la oscuridad del bosque, la selva o la cueva; los que gimen o cantan canciones letales para quienes las escuchan; aquellos a los que no es conveniente mirar a sus ojos hundidos; aquellos de los que ni siquiera se debe pronunciar su nombre. En fin, aquí están, desde la Llorona a la Tragantía (¿ya leyeron mi versión de la leyenda en La Ciudad Helada?); de Nergal al hombre lobo.
En su formato “vivo” (es decir, en papel), esta recopilación es el obsequio de bienvenida para los alumnos de mi curso. Ahora, he decidido compartirla con ustedes de una manera más amplia, y por eso está aquí, en esta nuestra página oficial.
Y claro, reitero mi recomendación: dediquen una hora menos al internet, y repártanla en media hora para leer, y media hora para vivir.
SERES DE LA OSCURIDAD
PRÓXIMO ORIENTE : EGIPTO, SUMER, BABILONIA, CANÁAN, ASIA MENOR, PERSIA, ARABIA
AHRIMAN Principio del mal en la mitología persa. Como Angra Mainya, el espíritu destructivo que introdujo la muerte en el mundo, acaudilló las fuerzas del mal contra la hueste de Spenta Mainya, “el santo espíritu”. A este último le asistía Ahura Mazda, “el sabio señor”, vencedor final en la lucha cósmica. El arma principal de Ahriman era AZ, la concupiscencia. “Mediante este poder, todo cuanto sea tuyo será devorado, incluída tu propia creación”. Ahrimán aceptó porque eso correspondía a su “íntima esencia”. El demoníaco AZ, principio femenino, era más que el deseo sexual; era también la duda, debilidad del intelecto.
ANUBIS Dios funerario egipcio con cabeza de chacal. Antes del auge de Osiris, gran dios de los muertos. Otro dios con figura de cánido era WEPWAWET, “el que muestra los caminos”, considerado como auxiliar y guía de los muertos.
BAAL Literalmente significa “señor”. Dios de la lluvia, el trueno y el relámpago. “Con el acto de su mano derecha, hasta los cedros se marchitan”. Baal era hijo de EL o DAGON, oscura deidad vinculada por los hebreos a la ciudad filistea de Ashdod. Dagon pudo haber estado asociado al mar; una moneda hallada en las inmediaciones lleva la efigie de un dios con cabeza de pez.
DAGON O DAGÓN Había sido la principal deidad de Mari (actual Tell Hariri), antigua urbe del Eufrates, situada en el límite entre Mesopotamia y Siria. Se le consideraba inventor del arado, y padre del dios cananeo BAAL. Figuraba también en el panteón de Ur, Ugarit y otras ciudades mesopotámicas, así como en Asiria y en la costa del Mediterráneo.
DRAGONES El dragón fue durante siglos emblema del imperio chino y símbolo nacional del país de Gales. Su muerte a manos de un héroe es leyenda muy difundida. Para la cultura occidental, estas bestias representaban “El Mal”, devoraban a la gente y custodiaban tesoros en el fondo del mar, o en las entrañas de la tierra; algunas veces eran carceleros de hermosas doncellas, a las que se debía rescatar. Su presencia, especialmente el vuelo nocturno, presagiaba guerras y calamidades. El Dragón del Apocalipsis “apareció en el Cielo, y vi un dragón del color del fuego, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y sobre las cabezas siete coronas...” (Apocalipsis 12:3).
ELFA, LA MUJER SERPIENTE Elfa, personificación de la Lujuria y el Vicio, “el Mal por excelencia”, fue dominada y encerrada por Hércules. El mito de la Mujer Serpiente es antiquísimo, y los testimonios literarios e iconográficos son muy abundantes.
ENKI Dios sumerio de las aguas, de la ciudad de Eridu. Sus sacerdotes a menudo vestían un ropaje que les daba forma de pez. El pez puede remitir a una leyenda babilónica relativa a Ea, “señor de la casa del agua”. La referencia al agua dulce que discurría por debajo de la tierra, que los sumerios llamaban ABZU. Las aguas primigenias, NAMMU, recibieron el nombre de “la madre”, que pudo haber sido sinónimo de ABZU.
ENLIL Dios sumerio de la tierra y el aire. En los orígenes, las aguas primigenias generaron una montaña cósmica que se componía de cielo y tierra. De esta unión surgió ENLIL, dios del aire, que separó a sus progenitores y se unió a su madre para dar nacimiento a la humanidad. Por esa razón, Enlil fue expulsado al mundo inferior, pero NINLIL, la tierra, decidió seguirle, a fin de dar a luz en su presencia. El dios repudiado logró que su hijo NANNA, dios lunar, escapara y se convirtiera en la luminaria del firmamento nocturno. Se han conservado fragmentos sobre el mito del diluvio, en donde ENLIL, como viento devastador, sería el probable causante.
GHOULS, GULES Espantosas criaturas de la noche, originarias de Arabia, que rondan alrededor de los cementerios, a la espera de la llegada de nuevos cadáveres. Quizás se parezcan a demonios, con ojos y aliento de fuego, pero parece más probable que se trate de horribles criaturas grises y viscosas, que se hacen invisibles permaneciendo inmóviles, y se mueven en completo silencio sobre sus grandes pies, que no dejan huellas en el polvo. A pesar de su masa amorfa, son sumamente fuertes, capaces de retirar los montones de piedras que cubren una tumba, y poseen afilados colmillos con los que hacen pedazos los cadáveres para devorarlos. Como precaución contra los gules, conviene que los entierros se realicen rápidamente, en silencio y con sencillez, absteniéndose de despliegues ostentosos, de enterrar al difunto con joyas y dinero.
KEL ESSUF Los tuareg (en singular “targui”) son un pueblo bereber disperso en las regiones centrales del Sahara. En su mayoría se dedican a a ganadería nómada de camellos y caballos. Los tuareg afirman que los KEL ESSUF (o “gentes de la soledad”) son una especie de genios malignos, hijos de los Yenun. Les atribuyen la generación de tormentas de arena o inoportunos movimientos de dunas, capaces de sepultar poblados o caravanas, desecación de bolsas de agua y otros fenómenos meteorológicos. Los tuareg aceptan todo esto estoicamente, pero hablan lo menos posible de estos malos espíritus
LEVIATÁN Literalmente significa “enrollado”. La serpiente marina del mito hebreo, nueva versión del caos-dragón TIAMAT, monstruo de siete cabezas. El LIBRO DE ENOC se refiere a una bestia que le acompañaba. “Y ese día dos monstruos serán separados. La hembra, llamada LEVIATÁN, morará en los abismos, sobre las fuentes de las que manan las aguas. Y el macho tiene por nombre BEHEMOT, en cuyo pecho se extiende un enorme desierto conocido como DENDAIN”. Para la cristiandad medieval, LEVIATÁN, “que reina sobre los hijos del orgullo” se identificaba con el infierno, cuya entrada se representaba en la iconografía como unas gigantescas fauces.
LILITH La Reina de la Noche, también conocida como LILI o LILU (LILITU), que significa “monstruo de la noche”. Yahvé la creó del barro para que fuera la primera esposa de Adán, pero su alma salió torcida y sólo engendró espíritus malignos. Finalmente, abandonó a Adán para unirse a las huestes de Satán, y Yahvé creó una sustituta, formando a Eva de una costilla de Adán. Lilith es una mujer de belleza siniestra e intemporal, sólo enturbiada por los pelos negros que afean sus bien torneadas piernas. Esto la avergüenza tanto que siempre las lleva tapadas. Cuando un hombre descubre la realidad, ya es demasiado tarde para que este defecto le repela. Probablemente, Lilith es el vampiro original, cuyo toque corrompido se ha transmitido durante incontables siglos. Tiene el poder de obstrucción y de materializarse al otro lado, para darse un festín de sangre o para seducir a los hombres que duermen, agotándolos sexualmente hasta que despiertan tan exhaustos como si los hubiera desangrado un vampiro.Tiene la costumbre de acechar a las parejas que hacen el amor de noche, con el fin de robar el semen con el que engendra nuevos demonios.Para evitar las visitas nocturnas de Lilith, hay que escribir en la puerta o en la pared del dormitorio la frase: “Adán y Eva pueden entrar aquí, pero la Reina Lilith no”.
MARDUK Significado literal: “ternero del sol”. Hijo de EA, Marduk parece haber sido dios de la magia y los encantamientos desde los tiempos más remotos. Marduk dio muerte a Tiamat, se ató las tablillas del destino al pecho y creó un nuevo orden universal que incluía a la humanidad. Se trata de un mito de la cración paradójico: para el monstruo del caos, aunque muerto y desmembrado, quedó el cuerpo del universo y se manifestó en sus hijos, los dioses y diosas de los que Bel- Marduk recibía homenaje.
MENDES Lugar de Egipto en el que existía un macho cabrío, llamado SHIRIM “al que las muchachas se entregaban para prostituírse”.
MOLOCH Dijo Moisés: “No permitirás a ninguno de tu estirpe que sacrifique a Moloch”. Un autor romano recoge que en Cartago había una estatua de bronce de MOLOCH, en cuyos brazos extendidos se depositaba a los niños, a fin de que cayeran en el fuego que ardía debajo.
NEHEBKAU Uno de los demonios más fieros que acechaban al difunto en el inframundo egipcio. Era una serpiente con brazos y piernas humanos.
NERGAL Según un mito babilónico, ERESHKIGAL, “señora de la muerte”, convocó a NERGAL para que rindiera cuentas de su negativa de ponerse de pie en la asamblea de los dioses ante su enviado. EA le proporcionó a NERGAL, desterrado, una escolta de catorce demonios causantes de enfermedad. NERGAL los utilizó para apoderarse de las siete puertas del mundo inferior. Una vez en el salón del trono, Nergal agarró a Ereshkigal de los cabellos y la arrojó al suelo. “¡No me mates!”, gritó Ereshkigal. “Seré tu esposa, y el reino de los muertos reconocerá tu soberanía”. Nergal aceptó la proposición, y en lo sucesivo gobernó sobre la muerte como consorte de la diosa. Su ciudad era CUTHA, cuyo nombre pudo significar “tierra de los muertos”. Tenía varios nombres, como IRRA, dios de la pestilencia, el fuego, la batalla y el desierto; o SHAMASH, que envió feroces vientos en contra de Gilgamesh y Enkidu en su lucha contra el gigante HUWAWA
SAMAEL Angel de la muerte y del envenamiento, casado con ISET ZEMUNIN, ángel de la prostitución. Los cabalistas afirman que no sólo se ocupan de la sexualidad humana cierto número de ángeles buenos, como Aniel, Anael, Saquiel, Sarabotes, Amabiel, Abalidot y Fiaef, sino también algunos ángeles malos como SAMAEL y su mujer, a los que no debe considerarse como demonios. En una de las escrituras rabínicas, y también en la literatura apocalíptica, Samael se halla identificado con el ángel de la muerte, amo de los aires. Según ciertos comentaristas de los textos bíblicos, Samael fue el que ayudó a la serpiente a seducir a Eva y debió de ser el verdadero padre de Caín. De igual modo, según las mismas fuentes, pudo ser el adversario de Moisés y del arcángel Miguel, y luchó con este último para apoderarse del cadáver del primero.
SATÁN Literalmente significa “adversario”. La caída de Satán se explicaba en términos de envidia, celoso de Adán y negándose a ser hijo de Dios, a prestarle reverencia y homenaje. La creencia en seres malévolos es tan antigua como el hombre. Los egipcios luchaban contra AMMUT, “el comemuertos”; los babilonios, por las noches, estaban a merced de LILITU, un hermoso súcubo alado; los árabes se enfrentaron a los asaltos de incontables DJINN, los “escondidos”, habitantes del mundo antes que el hombre; los persas veían en las espantosas creaciones de AHRIMAN nada menos que el mal absoluto. El impacto del dualismo persa sobre los hebreos, cristalizó la visión del demonio tal y como hoy lo conocemos. Otros ángeles cayeron a la tierra a causa de los encantos sensuales de las hijas de los hombres: SHEMHAZAI y AZAZEL, que engendraron al perverso demonio ASMODEO. El cristianismo heredó esta demonología, a la que se añadió la creencia de que las deidades paganas eran demonios. BELZEBÚ o BAALZEBUB, “señor de las moscas” era una distorsión del nombre de un dios cananeo que significaba, probablemente, “señor de la casa”.
SET Las representaciones funerarias del Alto Egipto, que datan del tercer milenio A.C. atribuyen a Set una apariencia semejante a la de un asno con piernas largas, orejas largas y anchas y una cola breve y erecta. Pero en el transcurso de los siglos, fue transformado en una fabulosa bestia, parecida a un perro enorme. El mito narra la muerte de Osiris (el salvador egipicio, deidad principal de la muerte que rivalizaba con el culto solar de Ra) a manos de Set, quien temporalmente dominó sobre el Alto Egipto. Los griegos lo identificaban con Tifón, un monstruo de gran tamaño que luchó contra Zeus. Fue vencido y sepultado en Sicilia, bajo el monte Etna, cuyos fragores volcánicos se debían a los embates del monstruo. Algunas tradiciones posteriores lo emparentaron con Satán.
YEZZIDIS Secta de adoradoras de la antigua Persia, que veneraban a IBLIS (equivalente de Satán), el cual las poseía durante el éxtasis provocado por determinadas danzas.
ASIA MERIDIONAL Y CENTRAL INDIA, SRI LANKA, TIBET
AMRITA Literalmente significa “no muerto”. Su efigie es fácil de encontrar en los templos hinduístas, donde cumple una función similar a la de las gárgolas occidentales. Con una fuerza terrible y devoradora, fue considerado como una influencia mortífera.
BHUTAS Espíritus malignos de los muertos, que tienen poder para obligarlos a levantarse de sus tumbas y atacar a los humanos.
GUHA “Aquel que oculta”. Feroz demonio de ilimitada fuerza. Con terrible sufrimiento, obligó a Brahma a hacerlo invulnerable incluso para Vishnú y Shiva. Estos últimos lucharon en vano contra el demonio. Como último recurso, se combinaron para dar origen a HARI-HARA, se enfrentaron a él y lo derrotaron.
HAYAGRIVA Literalmente, “cuello de caballo”. Según una leyenda, fue un demonio que robó las escrituras de la boca de BRAHMA mientras el buen dios dormía, y fue muerto por VISHNU. Hayagriva era el señor de la ira, el primero de los ocho dioses terribles, los DRAG-SHED. Los otros siete dioses derivan de él, y entre ellos se encuentran YAMA, su hermana YAMI, y DEVI. En las imágenes de estos dioses queda de manifiesto el genio de los tibetanos para representar el aspecto terrible de las potencias espirituales que a veces llega a nublar la habitual benevolencia de los Bodhisattvas.
PISACAS En la antigua India eran demonios malignos que buscaban los restos humanos en los campos de batalla después de concluída la lucha. También se decía que podía hellárseles en los lugares donde se había cometido un asesinato.
PRETAS Fantasmas de los hindúes que han muerto violentamente y no han recibido las adecuadas ceremonias funerarias. También pueden ser fantasmas de hombres que murieron de muerte violenta y cuyos padres no les enseñaron los ritos correctos. Los pretas se manifiestan como hombres denudos, de aspecto diabólico, y son despiadados con los vivos, y en especial con sus parientes. Pueden estrangularlos, matarlos de un golpe, o volverlos locos, o inclusive inflingirles una enfermedad que los deje inválidos. Probablemente no exista protección alguna contra un preta dispuesto a vengarse.
RAKSHASAS La espantosa “familia impía” de la India. El señor de todos los rakshasas es RAVANA, que tiene diez cabezas y veinte brazos que le vuelven a crecer si se le cortan, y el cuerpo surcado por miles de cicatrices y heridas abiertas, recibidas en sus interminables batallas con los dioses.
SHIVA Sus apelativos son “el Aullador”, “el Rugiente”, “el Terrible”, “el que quita o el que devuelve”. Tiene hermosa apariencia, y se representa con cuatro brazos, cuatro caras y tres ojos. Su tercer ojo posee el poder de lanzar miradas incendiarias que son el terror de todos los seres creados. Este tercer ojo se esquematiza a veces en tres líneas horizontales, y en nuestros días los devotos del dios llevan esta marca distintiva. Porque Shiva es el archiasceta, el Divino Yogui, que se sienta solitario a meditar sobre la cima del monte Kilasa, en la cordillera del Himalaya. El lado destructivo de Shiva queda patente en su título de BHAIRAVA, “el alegre devorador”. Como BHAIRAVA, Shiva ronda por los cementerios y los lugares donde se realzan cremaciones ataviado con un collar de calaveras, con la cabeza llena de serpientes y seguido por una comitiva de demonios.
YAKSAS En la antigua India eran ciertos duendes que podían ser masculinos o femeninos. Los yaksas masculinos solían ser benévolos con los seres humanos, mientras que los femeninos eran sumemente perversos y acostumbraban devorar niños pequeños
YAMA El dios hindú de la muerte. Literalmente, “el refrenador”. Originalmente se le concibió como el dios que habitaba el cielo superior, amigo de los muertos. Pero su papel fue transformándose hasta convertirse en el terrible juez que castiga los crímenes de los hombres. Yama es de color verde, y sus armas consisten en un dogal corredizo y una maza. Su vehículo es un búfalo. Dos perros insaciables, con cuatro ojos enormes y amenazadores, guardan el camino que conduce a su morada. El alma que ha abandonado su cuerpo tiene que pasar a toda prisa delante de estas bestias feroces para entrar en el palacio de la muerte, donde reside CHITRAGUPTA, el registrador, que lee los hechos de su vida para que YAMA pueda emitir sentencia, y así ser destinada a una de las moradas celestiales, o a uno de los veintiún infiernos, o que sea devuelta al mundo para su reencarnación.
EXTREMO ORIENTE SIBERIA, MONGOLIA, CHINA, SUDESTE ASIÁTICO
ERLIK En la mitología siberiana, el espíritu del mal, que a veces se considera el hombre primigenio, desposeído de la gracia. En la mitología lapona era el señor del inframundo, un monstruoso guardián de las almas que partían. Según los tártaros altaicos, los lugares desagradables y pantanosos fueron creados por Erlik.
KADAKLAN Deidad de los tinguian, un pueblo que habitaba el interior montañoso de Luzón, la isla más septentrional de las Filipinas. Dios del trueno, KADAKLAN habita el firmamento con su fiel perro KIMAT, el rayo, que morderá una casa, un árbol o campo, siempre que su divino amo desee que se lleve a cabo una ceremonia especial. Su origen es oscuro. Los funerales son los acontecimientos principales del ritual tinguian, y la primera preocupación la constituye la llegada sin novedad del difunto a MAGLAWA, el inframundo.
KASHA Maligno espíritu del Japón, semejante a los gules de Arabia. A diferencia de ellos, que desentierran cadáveres, los kashas los roban antes de ser incinerados. A veces se muestran tan ansiosos que pueden llevarse hasta el ataúd donde reposa el cadáver. Por consiguiente, es necesario vigilar bien a los difuntos hasta ser incinerados y hacer mucho ruido durante la noche para mantener alejados a los kashas.
K’UEI Los muertos vivientes de China. Son las almas de personas que no hicieron suficientes méritos en la vida para obtener un puesto en el Más Allá, y deben continuar una existencia miserable en la Tierra. Este destino los hace resentidos y malignos, y buscan pecadores en quienes vengarse.
ONI Demonios japoneses. Los Oni se asocian con la enfermedad, la calamidad y la desdicha. Tienen apariencia básicamente humana, pero poseen tres ojos, una gran boca, cuernos y tres afilados espolones en manos y pies. Los Oni pueden volar, y a menudo se precipitan para apoderarse del alma de un hombre malvado que se halla en trance de muerte. La OMI-YARAHI, o ceremonia de “expulsar a los demonios”, adquiere la forma de drama anual, que se representa el último día del año, y en la cual las personificaciones de las enfermedades, la mala suerte y los desastres son expulsadas por la fuerza.
P’ANG CHIAO, P’ANG CHE, P’ANG CHU Las tres diosas de los cadáveres. Viven en los cadáveres de los chinos, durante el período de duelo entre la muerte y el entierro, y ejercen como funcionarias en el largo y peligroso viaje del alma al otro mundo. Por ello es importante impedirles que abandonen el cadáver, cosa que podrían hacer durante la noche.
TENGU Otros espíritus demoníacos, notables por su furia y su conducta amenazadora. Algunos tienen apariencia semihumana, con alas y garras, mientras que una segunda variedad tiene forma de ave.
Literalmente, “deseo erótico”. Versión balinesa de la diosa hindú de la maternidad y la fertilidad. En su representación de una mujer con un embarazo muy adelantado y al mismo tiempo impúdica, hay un elemento supraterrenal. El vientre prominente y los senos caídos se sobreponen a la voluptuosidad demoníaca, acaso un siniestro legado del pasado polinesio de la isla. Bali parece haber conservado su fama arcaica de isla de los fantasmas. En RATI halla su perfecta expresión la antigua fe balinesa en los diablos.
YAMA UBA Bruja japonesa de las regiones montañosas. Se sabe poco de ella, a excepción de que puede provocar avalanchas al arrojar piedras a los que tratan de acercarse a ella, y de que puede capturar niños con lazos hechos de sus cabellos. De este modo arrastra a los niños hasta ella para devorarlos.
YEN-WANG Yeng Wang en China o EMMA en Japón (originalmente Yama, el dios hindú de la muerte), fue importado por la mitología budista. Su tarea consistía en hacer cumplir la ley de la retribución, dejando al “rey de los demonios” atormentar a las almas más viles. En China se fusionó con tradiciones relativas al lugar de la muerte, los Manantiales Amarillos, huang ch’uan. Esta triste morada no era tan distina a nuestro propio mundo, y los mineros siempre estaban preocupados por si, accidentalmente, irrumpían en ella. En Japón, el dios de la muerte, de rostro oscuro, gobierna un reino que se considera el opuesto exacto del paraíso de la Tierra.
YUKSHEE Demonio súcubo de los hindúes, que tenía el aspecto de la más bella y volputuosa de las mujeres. Era asimismo la más insaciable: los hombres a su merced quedaban totalmente agotados, al extremo de que muchos se volvían impotentes. Tan sólo Kokah Pundit, un ministro de asombrosa potencia viril, que vivió en el siglo XI, fue capaz, según afirma la leyenda, de dejar exhausta a la Yukshee.
EUROPA : GRECIA, ROMA, EL ÁREA CÉLTICA, EUROPA SEPTENTRIONAL Y ORIENTAL
AD SEIDH Espíritus irlandeses que jamás se dejan ver por las personas que tengan una conciencia limpia. Se dice que su aspecto es terrorífico, con colmillos capaces de desgarrar la carne. Según otras versiones, son como hermosas mujeres que arrastran a sus víctimas a la destrucción. o como animales semejantes a caballos negros con ojos llameantes y terribles dientes.
AESIR En la mitología germánica, las dos razas de los dioses eran los AESIR y los VANIR. El hecho de que ODIN fuera el jefe de los AESIR, mientras que la diosa FREYA fuera la de los VANIR, tuvo considerable importancia en el momento en que las dos razas se mezclaron. Contra el poder de los dioses se alzaba una raza de gigantes de hielo, los descendientes de BELGEMIR, el superviviente del diluvio de sangre que se produjo cuando mataron a YMIR. Es evidente que los dioses estaban en manos del destino y que marchaban de forma inexorable hacia el día de su perdición, el RAGNAROK. Ese día, las fuerzas del mal vencerán a los dioses y sus aliados, los EINHERJAR, los paladines caídos en batalla, bienamados de ODIN. Dos seres humanos, LIF y LIFTHRASIR, sobrevivirán al catclismo, repoblarán la nueva tierra y adorarán a BALDER, hijo de ODIN, en el nuevo cielo.
ANGURBODA O AUGERBODE Se trata de una hechicera de la mitología nórdica, cuyo nombre puede traducirse como “Presagio de Angustia”, ya que unía a la astucia de la serpiente la ferocidad del lobo. Pese a que el dios LOKE estaba casado con SIGYN (madre de Nare o Narfe), éste acabó uniéndose a la giganta, con la que tuvo tres hijos: Fenris, Hela e Iormungandur o SERPIENTE MIDGARD, protagonistas de tristes y negativas hazañas.
ANKOU Silenciosos caminantes de la noche, cuya aparición en los caminos británicos presagia la muerte de los que los ven pasar. Se manifiestan en la forma de un hombre alto y demacrado, que conduce un carro tirado por un caballo escuálido, acompañado por dos figuras silenciosas que caminan junto al carro o detrás del mismo.
ANTICRISTO En la mitología cristiana medieval, es el prodigioso tirano de los últimos días, el archienemigo de Cristo. Se combinan en esta acción el dualismo persa y el apocalipsis judeocristiano. El ANTICRISTO aparece por primera vez en el Apocalipsis como el seudomesías que se opondrá a todo lo que lleve el nombre de Dios y reciba adoración “y se exaltará sobre ello”. Pero la Edad Media no sólo le figuraría como tirano del mundo: también lo representó con la forma de una bestia voladora, de cabeza enorme, ojos llameantes, orejas de asno y dientes de hierro.
ARPÍAS Habitualmente se les representaba como mujeres con alas de ave, aunque a veces aparecen como aves con cabeza de mujer. Las Arpías vivían en lugares horribles y tenían un hambre insaciable, que se reflejaba en sus caras, pálidas y descarnadas.
ARTEMIS Las noches de luna, aparecía la diosa Artemis, y las bestias y las plantas iniciaban una danza. Jóvenes de uno y otro sexo bailaban en honor de la diosa, y en las aldeas de Arcadia, en el Peloponeso, las muchachas bailaban adornadas con falos. Los atenienses, conscientes de los orígenes pregriegos de la virgen cazadora Artemis, la diosa de los lugares y los seres salvajes, restringieron su culto al área rural que rodeaba la ciudad. En el culto de Artemis aparecen vestigios de sacrificios humanos. Por ejemplo, las adoradoras femeninas de la diosa extraían sangre de una víctima masculina mediante un corte en la garganta, en el curso de una ceremonia en que Artemis se manifestaba como “diosa oso”.
AURGELMER El gigante Ymer (también conocido como Aurgelmer), como todos los suyos, era un individuo poco recomendable y malvado. De él desciende la estirpe de los llamados “Gigantes del Frío”.
BANSHEE, BANSHEA Espíritu femenino de los pueblos gaélicos y celtas, que se oye a menudo pero no se ve casi nunca. Se dice que es una mujer con cabellos negros y desordenados, los ojos rojos de tanto llorar, un vestido verde y una capa gris. Emite un grito espeluznante, mezcla del aullido de lobo, el graznido de los gansos salvajes, los gritos de un niño abandonado y los gemidos de una mujer al dar a luz. Escucharla significa que un miembro de la familia del que la oye está a punto de morir. Puede ser alguien que esté lejos de su hogar, pero la banshee advierte a la familia en el pueblo natal. La palabra BANSHEE se deriva del celta BEAN SEIDH, que significa “MUJER DE LAS HADAS”.
BASILISCO Se trata de una bestia fabulosa, asociada desde tiempos antiguos al horror y la fealdad. Para Plinio el Viejo, el Basilisco era una serpiente que tenía en la cabeza una mancha en forma de corona. En el Medievo era representado como un gallo cuadrúpedo y coronado, de plumaje amarillento, grandes alas espinosas y cola de serpiente, que puede terminar en garfio o en otra cola de gallo. En todo caso, jamás cambia el mortífero poder de su mirada. A sus pies caen muertos animales y hombres, se pudren los frutos y las aguas quedan contaminadas durante siglos. Sin embargo, no era vulnerable; unos creían que no podía soportar el olor de una comadreja, y otros suponían que le resultaba letal el canto de un gallo. Lo que no fallaba era un espejo, ya que al Basilisco lo fulminaba su propia imagen.
BODACH Malicioso espíritu casero de las tierras altas escocesas. Tiene la forma de un viejo pequeño y arrugado que vive en la chimenea durante el día. Cuando todo está oscuro, el bodach se desliza chimenea abajo y pellizca a los niños en los pies, les abre los párpados y les mira a los ojos aterrados para inflingirles terribles pesadillas. Si la conducta del niño mejora, el bodach lo dejará tranquilo, pero se dice que si un niño astuto echa una pizca de sal al fuego, el bodach no podrá salir de su cubil.
BRUJAS Los chivos expiatorios de la Europa de la Baja Edad Media. Habitualmente, aunque no en todos los casos, se creía que una bruja era una mujer que practicaba el maleficium, el arte de causar daño por medios ocultos. La bruja estaba asociada con el demonio y frecuentaba los lugares salvajes y desolados; también se creía que podía transformarse en pájaro o en vampiro, o que poseía el poder de volar para desplazarse a las reuniones con sus compañeras, donde comían carne humana, en especial de niños recién nacidos. Católicos y protestantes se dedicaban a la caza de brujas con idéntico entusiasmo. Martín Lutero hizo quemar a cuatro brujas en Wittenberg. En la región de Tréveris, entre 1587 y 1593 fueron quemadas vivas 368 brujas, y dos pueblos de la zona quedaron con sólo un habitante femenino.
CANCERBERO El gigantesco perro de tres cabezas que, según la mitología girega, guardaba la puerta del Hades con fiero celo. Hesíodo, en su Teogonía, llegaba a atribuír a este perro nada menos que cincuenta cabezas. Dante Alighieri, deseando sin duda un mayor efecto literario, le añadió ciertos caracteres humanos, que venían a agravar su infernal apariencia: “Cerbero, fiera cruel y extraña, ladra con sus fauces a los que allí están sumergidos. Los ojos de este monstruo despiden lumbre; su pelo es hirsuto y cerdoso, su vientre deforme y tiene las patas armadas de uñas afiladísimas con las que tortura a los espíritus, desgarrándolos, despedazándolos... Cuando me divisó, presa de rabiosa agitación, abrió sus tres pavorosas bocas y me mostró sus agudos colmillos” (La Divina Comedia). El único que consiguió vencer a tan terrible perro fue Hércules.
CARIBDIS CARIBDIS y ESCILA eran dos monstruos marinos que acechaban el paso de las embarcaciones por el estrecho de Mesina, entre la Italia peninsular y la isla de Sicilia, según narra la mitología griega. Vivía bajo unas rocas en la isla, y tragaba tres veces al día el agua del mar y otras tantas la devolvía con horribles mugidos, formándose el remolino que llevó su nombre.
CARONTE El anciano barquero del infierno griego. Los griegos depositaban una moneda en la boca de los muertos para que pudieran pagar a Caronte la tarifa por transportar a sus sombras por los ríos del Hades.
CERRUNOS O CERNUNOS (HERNE O ERNE) Antigua deidad celta que, según afirma Margaret Murray en su obra “El dios de los brujos”, fue elegido como jefe por las brujas del occidente de Europa. La mencionada autora relaciona también a esta deidad con BAAL.
CÍCLOPES Literalmente, “ojo circular”. Gigantes de un solo ojo, de la mitología griega. Hesíodo, en su Teogonía, obra compuesta poco después de 700 A.C., atribuía a los cíclopes haber proporcionado a Zeus sus armas especiales, el trueno y el rayo.
CIRCE En la Odisea de Homero, Circe es una diosa que habita la fabulosa isla de EA, posteriormente identificada con Italia. Sus poderes mágicos convirtieron en cerdos a los hombres de Ulises. Con la ayuda de Hermes, el héroe pudo sobreponerse a sus hechizos y obligarla a devolver la forma humana a su tripulación.
DUENDES Se denominan así a ciertos espíritus o entidades, que según la tradiciión, habitan en algunas casas, ocasionando estruendos y trastornos. No todas estas misteriosas entidades son malignas, las hay amistosas y benéficas. Sin embargo, son más abundantes los que poseen un especial sentido del humor, por no decir maldad, dedicados a mortificar a los humanos con pesadas bromas, algunas de ellas fatales.
ELFOS Genios presentes en las mitologías nórdica, alemana y anglosajona, que probablemente personificaban las fuerzas de la naturaleza y los fenómenos atmosféricos. Pequeños y traviesos (los había buenos y malos, sobre todo los segundos), habitaban en cuevas, y a diferencia de las hermosas Hadas, éstos eran por lo común deformes. Chistoph Martin Wieland (1733-1813), al traducir al alemán “Sueño de una noche de Verano”, de Shakespeare, incorporó esta palabra a la literatura universal.
ERINIAS Literalmente, “las coléricas”. Eran las divinidades vengadoras de la mitología griega, las Furias que perseguían implacablemente a los infractores de la ley natural. Estas tres diosas surgieron de la sangre que el mutilado URANO vertió en la matriz de GEA. Se las imaginaba como tres mujeres de horrenda apariencia, con serpientes enredadas en los cabellos y armadas de antorchas y látigos. Las ERINIAS eran divinidades implacables, tanto en la vida como después de la muerte, pero a diferencia de Satán, su malignidad nunca nacía del capricho, sino de un motivo fundado. Sus nombres eran ALECTO, “la que no termina nunca”; TISÍFONA, “la voz de la venganza” y MEGAIRA, “la cólera terrible”. Las ERINIAS perseguían especialmente a quienes habían derramado la sangre de su madre. Los griegos sentían pavor de sólo pronunciar su nombre.
FENRIS O FENRER Era un lobo, hijo de LOKE o LOKI, y de la perversa giganta-hechicera ANGURBODA o AUGERBODE; por tanto, hermano de MIDGARD y de la diosa infernal HEL. Recordemos que en el inglés actual, HELL significa “infierno”. FENRIS fue educado como los dioses. Pero éstos no tardaron en advertir, alarmados, cómo crecía en tamaño y fuerza, por lo que decidieron encadenarlo. Sin embargo, conseguía romper todas las ataduras por fuertes que éstas fueran. Finalmente, gracias a su astucia y halagando su gran vanidad, lo lograron; y como no deseaban darle muerte, lo arrojaron al río Von (por este motivo, Fenris también es llamado VONARGANDER). Como dice el canto de Haakón: “El lobo Fenris se alimenta espantosamente cuando está libre, en los campos de los hombres; un día su mandíbula superior llegará hasta los cielos, mientras que la inferior reposará en la tierra; avanzará sembrando el terror y la destrucción, y anulará el fuego y la llama del cielo, Odín”.
GAMR En la mitología escandinava, Gamr, un gran perro, ensangrentado y de aspecto horrible, custodia la casa de los muertos y luchará contra los dioses, cuando el sol sea devorado por FENRIS (Ver Cancerbero).
GNOMOS “Son más antiguos que su nombre, que es griego, pero que los clásicos ignoraron, porque data del siglo XVI. Los etimólogos lo atribuyen al alquimista suizo Paracelso, en cuyos libros aparece por primera vez... Gnosis, en griego, es “conocimiento”; se ha conjeturado que Paracelso inventó la palabra “gnomo” porque éstos conocían y podían revelar al hombre el preciso lugar en que los metales estaban escondidos” (Jorge Luis Borges, El libro de los Seres Imaginarios). Se trata de seres fantásticos de la mitología nórdica, de pequeña estatura y con aspecto de anciano barbudo (de rasgos toscos) vestidos de colores oscuros, casi siempre de marrón y tocado con una capucha frailuna. Se les suele asociar con los enanos o los “geniecillos”. Como los dragones de la tradición germánica o los grifos de las fábulas orientales, solían ser guardianes de tesoros ocultos, unas veces, y otras trabajaban en las minas. Sin duda a estos metales era a los que se refería Paracelso.
GOMIA Sin perjuicio de sus connotaciones con el vampirismo, en los países del Egeo, era un ser de apetito voraz y características serpentinas; su aspecto era repulsivo y su aspecto fétido.
GORGONAS Eran tres espantosas hermanas llamadas ESTENO, EURIALE y MEDUSA. Las tres tenían un hervidero de serpientes entrelazadas por cabellera, y quienes las miraban quedaban convertidos en piedra. MEDUSA, la única mortal de las tres hermanas, había sido antes hermosa, pero Atenea la transformó en un monstruo como castigo por haber fornicado con Poseidón, el dios del mar. El héroe Perseo consiguió dar muerte a Medusa sin ser convertido en piedra, mediante la estratagema de no mirarla nunca durante la lucha. Miraba, en cambio, su reflejo en la pulida superficie de su escudo. Tradiciones posteriores sitúan a las Gorgonas en Libia.
GRENDEL El monstruo del poema épico anglosajón BEOWULF, del siglo VII. Grendel era “ávido y terrible, brutalmente cruel, horrible merodeador de las tierras de la frontera, que acecha en los páramos, las ciénagas y la espesura de las selvas”. El joven guerrero príncipe Beowulf partió para matar al monstruo y liberar al rey danés Hrothgar de la amenaza de la bestia.
GUAXA Se trata de un personaje de la mitología y folklore asturianos, aun cuando abundan seres similares en otras fábulas, incluso de lugares alejados. Se la representa como una mujer vieja, arrugada y que posee un solo diente. Se la puede catalogar como una “bruja-vampiro”, ya que se las arregla para entrar en las viviendas, a través de cualquier rendija, para chupar la sangre a la gente joven, en especial a los niños, repitiendo sus visitas hasta que la víctima fallece. En algunas localidades, como Caravia, cuando se producen desapariciones de personas o cosas, se culpan a las Guaxas.
HADES En la mitología griega, HADES es uno de los hijos de Cronos que gobiernan el mundo, hermano de Zeus y marido de Perséfone. Cuando se produjo la división del universo, tras el derrocamiento de Cronos, Zeus se quedó con el cielo, Poseidón con el mar, y Hades con el inframundo. La casa de Hades era la morada de las sombras, de los muertos. Era un dios subterráneo, CHTHONIOS, señor del oscuro reino, y su culto era la contrapartida del de Zeus. Tan feroz e inexorable era el dios de la muerte, que sus adoradores tenían la costumbre de desviar la vista cuando le ofrecían un sacrificio.
HÉCATE Literalmente, “la lejana”. Diosa a la que los griegos asociaban con la luna, ejercía influencia benéfica en actividades como la agricultura, pero también era una diosa de las horas oscuras. Los fantasmas y la brujería fascinaban a la lejana, cuya morada estaba “en las tumbas”, en sitios “donde se cruzan dos caminos, o cerca de la sangre de las personas asesinadas”.
HEL O HELA Entre los escandinavos era la diosa de la Muerte y la soberana de NIFLHEIM. Hija de Loke y de Angurboda; por tanto, hermana del lobo Fenris y de Midgard. Conociendo lo funesta que sería, los dioses la precipitaron al Infierno. Tiene a su cargo las almas de aquellos que mueren de vejez o de enfermedad, las de las mujeres y los niños. Se trata de una giganta de aspecto amenazador, cuyo cuerpo es negro y azul, y su rostro es tan lívido que inspira espanto. Monta un caballo de tres patas. Reina sobre los nueve mundos de Niflheim, y el camino que conduce hasta ella es largo y penoso. Además, un terrible perro vigila la entrada de una de sus cavernas (GNIPAPELLIR), con el pecho manchado de sangre y siempre ávido de la misma.
HIDRA “Las formas de los monstruos se basan siempre, en última instancia, en la observación de la naturaleza. Por otro lado, lo característico es la exageración y mezcla de formas, la combinación de cualidades y facultades de diversos seres naturales en una figura mítica, proceso que sólo puede tener lugar en la imaginación humana”, dice Heinz Mode en su libro “Animales y demonios fabulosos”. Según la mitología griega, TIFÓN (monstruoso hijo de la Tierra y el Tártaro) y EQUIDNA (mitad hermosa mujer y mitad serpiente), engendraron a la HIDRA, serpiente de gran tamaño, dotada de siete espantosas cabezas, que vivía inmersa en el pantano de Lerna (cerca de Argos). Cien cabezas le cuenta Diodoro de Sicilia; nueve la “Biblioteca” de Apolodoro de Atenas, aunque para la mayor parte de los investigadores sólo presentaba las citadas siete. Era difícil de matar, pues si se conseguía cortarle una de sus cabezas, le brotaban otras dos en idéntico lugar; de ahí, tal vez la confusión sobre su número. Al parecer, tales cabezas tenían aspecto humano y la del medio era eterna. Su aliento secaba pozos y fuentes y envenenaba ríos y lagos. Incluso cuando la Hidra reposaba, el aire ponzoñoso que la rodeaba podía causar la muerte a hombres y bestias. a Hidra parecía destinada a la eternidad. Sin embargo, HERCULES y YOLAO la sorprendieron; el primero le cortó las cabezas y el segundo, para evitar que se reprodujesen, iba quemando con una antorcha las sangrantes heridas. En cuanto a la que era tenida por inmortal, Hércules la sepultó bajo una gran piedra, y donde la enterraron, se quedó odiando y soñando.
INCUBO Espíritu o demonio masculino que realiza el acto sexual con las mujeres mientras duermen. Su nombre viene del latín incubare, “echarse encima”. La mujer violada por un íncubo a su debido tiempo da a luz un niño con facultades sobrenaturales. Puede que al crecer siga el camino del mago MERLIN, nacido de un íncubo y una monja, se convierta en un poderoso mago y tenga fuerte carácter moral. El demonio nocturno correspondiente al hombre es el SÚCUBO.
KRAKEN Tal vez el más temido de los monstruos marinos. El convencimiento de su existencia venía de la antigüedad remota. Plinio el Viejo, por ejemplo, mencionaba una especie de descomunales dimensiones. El cronista del siglo XVI, Olaus Magnus y el zoólogo renacentista Ulises Aldrovandi, creyeron sin reservas en su existencia, y basándose en relatos populares (que no se tomaron la molestia de analizar) le atribuyeron feroces instintos. El propio naturalista sueco Carl Linneo (siglo XVIII) se dejó influír por estos y otros autores. Muy arraigado a la mitología terrorífica de los pescadores escandinavos, esta criatura era la mayor y más sorprendente de toda la creación animal. Según las consejas populares, cuando salía a la superficie, este monstruoso ser, de forma no bien definida, podía ocupar una longitud próxima a los dos kilómetros y medio. Debido a una joroba que tenía en su espina dorsal y a sus tentáculos, que flotaban como flecos de algas, los marineros le tomaban por una isla, desembarcaban en él, encendían hogueras, y se disponían a gozar de merecido descanso; y nada tenía de particular que el irritado Kraken decidiera sumergirse con las consabidas consecuencias. El poeta inglés Alfred Tennyson (1809-1892) escribió: “Bajo las agitadas aguas superficiales;/ lejos, muy lejos, en el mar abismal/ su antiguo y no turbado sueño/ duerme el Kraken...”
LAMIAS Se trata de un mito originiario de la Antigua Grecia (basado en leyendas mesopotámicas y hebreas). Lamia era una reina libia de singular belleza, que por tal razón oasionó los celos de HERA (hermana y esposa de Zeus), quien la metamorfoseó en un ser monstruoso. Inofensiva en el sueño, una vez despierta, tomaba forma de dragón o gran reptil con rostro humano, dedicada a la caza de jóvenes y niños. En la versión latina, las lamias habitaban en África. De su cintura para arriba eran hermosas mujeres; más abajo tenían forma de serpiente, y al parecer carecían de la facultad de hablar, sus silbidos eran melodiosos. Para unos eran hechiceras, y para otros, espíritus malignos. Atraían en los desiertos a los viajeros para después devorarlos.
LAMIÑAS Seres fabulosos de la mitología del País Vasco. Se trataba de genios malignos que vivían en los bosques y las orillas de los ríos. Tenían figura humana, generalmente femenina, y parte de peces o aves. A veces aparecían con aspecto de mujer, excepto los pies de gallina, pato, o cabra. Otros mitos semejantes se encuentran en los pueblos del norte de la Península Ibérica, y tienen antiquísimas raíces indogermánicas.
LARVAS Así denominaban los etruscos y posteriormente los romanos a ciertos espíritus malignos, más bien, fantasmas de los muertos que no habían logrado el descanso, y que debían volver al mundo durante las noches para expiar sus crímenes. Se adherían a los pasos de los hombres para arrastrarlos a delinquir o se contentaban simplemente con atemorizarlos. También eran conocidos con el nombre de LEMURES.
LICÁNTROPO La leyenda del Hombre Lobo, como ser humano que se transforma en bestia durante las noches de luna llena para cometer toda clase de atrocidades, existe desde la más remota antigüedad. Una gran parte de hombres-lobo han aparecido en Europa, cuyos primitivos habitantes, en épocas en que la población humana era escasa y vivía dispersa, los bosques se presentaban como un medio denso y hostil. Conocido el lobo por su ferocidad desmedida, su ansia de sangre, su fuerza y su astucia, no hacía falta dejar volar mucho la imaginación ni caer en la sicosis para investirlo con los asgos aterradores que naturalmente poseía. El hombre-lobo original es, por supuesto, LYCAÓN, el no muy feliz rey de Arcadia (mito recogido por Platón y Ovidio, así como Pausanias en el siglo II D.C). Lycaón, de cuyo nombre se deriva el término “licantropía”, hijo de Pelasgo o de Titán, y de la Tierra, fue el fundador y el primer rey de la ciudad de Licasura, erigiendo un altar en honor a Zeus, en el Monte Liceo. Sin embargo, cometió la imprudencia de querer engañar a Zeus, invitándole a un banquete en el que hizo servir un guiso preparado con carne humana. Descubierta la burla, Zeus condenó a este rey y a toda su familia a convertirse en lobos. Surgió entonces el nombre de licantropía para designar a esta transformación de un hombre en lobo. Actualmente, la siquiatría da a la monomanía en donde el enfermo cree adoptar una forma animal el término de “zooantropía paranoica”. El tema del Hombre-Lobo merecería un libro completo.
LOKI El “dios revoltoso” del panteón germánico. Falso y voluble, listo y taimado, se le conocía como “el padre de la mentira”. De la unión de LOKI con una ogresa nacieron tres espantosos seres: el lobo FENRIR, la serpiente marina JORMUNGANDR y HEL, la reina del infierno. Estas criaturas malignas y los súbditos de Hel formaron el ejército contra el que lucharon en vano los dioses en la batalla del ragnarok. Después de la batalla, Loki, bajo la forma del gigante de fuego SUTR, redujo a cenizas el universo entero.
MOIRAS Las diosas griegas del destino. Su genealogía es muy confusa y refleja su transformación desde el estado de divinidades asociadas con la muerte, al de controladoras de los destinos humanos; en efecto, ellas decidían qué debía ocurrirle a cada uno. Sus nombres: CLOTO, “la hilandera”; LAQUESIS, “la repartidora”; y ALROPO, “la inevitable”. Según una concepción posterior, las PARCAS hilaban una determinada longitud de hilo que representaba el lapso que a cada mortal le era concedido.
NAGLFAR Un espantoso navío hecho con las uñas cortadas de los muertos. De ahí la obligación entre los pueblos germánicos de cuidar que nadie bajara a la tumba con las uñas sin cortar. En el ragnarok, el NAGLFAR soltará amarras en los mares violentos, revueltos por el encolerizado monstruo marino JORMUNGANDR.
OBSERVADORES Misteriosos seres que se vislumbran de noche en muchas partes del mundo. Suelen estar sentados o de pie en posiciones de buena visibilidad, como la cima de una colina, el campanario de una iglesia o la copa de un árbol, desde donde pueden observar las actividades humanas nocturnas. Sus oscuras formas, de contornos más o menos humanos, permanecen inmóviles, como concentradas en mirar a través de la oscuridad. Un observador permitirá que un humano se le acerque bastante, pero sin moverse ni hacer ningún gesto de saludo. Si el humano habla, o intenta tocar al observador, éste desaparece.
OGRO Gigante de las leyendas antiguas que se alimentaba de carne humana. Se le menciona especialmente en la mitología nórdica. Protagonista de muchísimos cuentos y relatos, no solía destacar por sus dotes intelectuales. Por extensión se vienen dando este nombre a cualquier persona fea, cruel y de mal carácter.
OJANCANU Ser fabuloso que forma parte de la mitología y folklore cantábricos; se trata de una especie de Cíclope, muy semejante a otros desagradables personajes comunes en las leyendas típicas del norte de la península Ibérica, como el Tartalo. Por su faz, su único ojo y su aspecto bestial, causaba pánico. Habitaba en las cavernas, y era tan vengantivo como cruel. Su mujer, la OJANCANA, era sanguinaria y le superaba en crueldad y en fealdad. Tenía los pechos tan largos que podía echárselos a la espalda QUIMERA La primera alusión a la Quimera está en el libro sexto de la Ilíada. Ahí está escrito que era “de linaje divino y que por delante era un león, por el medio una cabra y por el fin una serpiente”. La Teogonía de Hesíodo, empero, la describe con tres cabezas y así es como aparece en la famosa escultura de bronce etrusco de Arezzo (siglo V A.C.): cabeza de león, cabeza de cabra en el lomo, y cabeza de serpiente en la cola. Este peligroso ser, que arrojaba fuego por las fauces e infundía espanto, era hijo de la HIDRA de Lerna y del LEÓN de Nemea (derrotado por Hércules), y estaba emparentado nada menos que con la voraz ESFINGE, lo que significaba que sus antecedentes familiares eran pésimos. Posteriormente, el cristianismo la utilizó para simbolizar al Mal. Debido a su representación imprecisa, este término se emplea para designar una creación de la mente, que se toma como real o posible.
QUICKSILVER Nombre de un poltergeist femenino particularmente travieso (del alemán polter, ruidoso; geist, espíritu). Ha atormentado a la gente en varias partes del mundo de habla inglesa y siempre deja su marca en forma de letra Q, trazada con jabón, lápiz de labios o pintura sobre una pared, espejo o ventana.
SAGA En algunos lugares de Europa es otro nombre que sirve para designar a una lamia, es decir, una terrible bruja.
TIFÓN Según la mitología griega, era un enorme gigante, hijo del Tártaro y de la diosa GEA, para unos; para otros, entre ellos el autor de la Ilíada, habría brotado de la Tierra tras golpearla HERA con su mano. Se le ha representado de diversas maneras, aunque todas ellas venían a coincidir en su terrible aspecto. Monstruo de cien cabezas, de sus bocas salían llamas abrasadoras y tales rugidos que espantaban a mortales y dioses. Tenía unas alas tan grandes que, cuando las extendía, oscurecían el sol; y la parte inferior estaba rodeada de serpientes. En lugar de dedos, tenía serpientes en las manos. Su altura era tal que podía tocar el cielo con la cabeza. Siendo muy joven, declaró la guerra a los Dioses, presentándose como vengador de los vencidos Gigantes. Consiguió apoderarse de Zeus, a quien mutiló, valiéndose de una hoz de diamantes, y lo encerró bajo la vigilancia de su feroz hermana DELFINA o DELFINETA, monstruo mitad mujer y mitad serpiente. Con la ayuda de HERMES y PAN, Zeus pudo liberarse y recuperarse de sus heridas. Finalmente, Zeus, montado en un carro volador, le persiguió, y habiéndole dado alcance en el Monte Etna (costa oriental de Sicilia), lo fulminó con sus rayos, sepultándole allí mismo. Este es el motivo por el cual el rabioso Tifón vomita constantemente llamas y agita la tierra que lo recubre, causando terremotos y otras tragedias. Casó con EQUIDNA y fue padre de varios conocidos monstruos como GORGONA, GERIÓN, CERBERO y LA HIDRA DE LERNA (O ESFINGE)
TALOS Tras haber atravesado sin contratiempos el peligroso estrecho de Mesina (sede de Escila y Caribdis), la nave de los Argonautas, tras diversas peripecias, llegó a las costas de Creta. Cuando desembarcaron en la isla, un autómata de grandes dimensiones, llamado TALOS, obra de HEFESTO (equivalente a Vulcano), les cerró el paso. Tal era su fuerza y tamaño que levantaba grandes rocas, capaces de hundir la embarcación. No obstante, los Argonautas burlaron su vigilancia y consiguieron sus fines con la inestimable ayuda de MEDEA (experta en ciencias ocultas, sobrina de la célebre CIRCE), que adivinó que el gran autómata sólo era vulnerable en cierta vena de su tobillo. Consiguió enviarle visiones engañosas y el monstruo terminó hiriéndose él mismo.
TANATOS Figura de la Muerte, Tanatos o Tánatos era también el dispensador de consuelo y alivio para los que estaban cansados de la vida.
TRAGANTÍA “Cuando las huestes del arzobispo de Toledo atravesaron angostas los puertos del Muradal con carros, cruces y caballos, ya sabía el atribulado rey de Cazorla que iban a devastar sus posesiones y que sería un despilfarro inútil que aquel minúsculo reino intentara resistir por las armas a la adiestrada violencia de los cristianos...” Con estas palabras inicia Juan Eslava Galán la narración de la Leyenda de la TRAGANTÍA, en su libro “Leyendas de los Castillos de Jaén”. El caso es que al reyezuelo no se le ocurrió otra cosa que aconsejar a sus amedrentados súbditos, se refugiasen en lugares más seguros, ya que estaba persuadido de que las huestes cristianas se limitarían a saquear y destruír, para luego regresar a sus tierras del norte. En la creencia de que toda aquella conmoción sería cosa de pocos días o de unas semanas, a lo sumo, el hombre prefirió que su querida y única hija permaneciese escondida en el castillo, “en unas secretas habitaciones cuya existencia sólo él conocía, aunque la dejaba provista de alimentos y lucernas de aceite, y todas las cosas necesarias para no sentir incomodidad en los pocos días que duraría su reclusión”. Las cosas no salieron tan bien como el buen hombre hubiera deseado, ya que murió en una emboscada y los cristianos no se marcharon. “Se establecieron con sus ávidos colonos de tierras lejanas. Pronto volvió el humo a las chimeneas y el laborioso ruido de las norias y las alegres canciones a las eras...” Como es natural, nadie rescató a la infeliz princesa, ya que nadie sabía de aquellos subterráneos corredores. Consumió sus provisiones y las lámparas se apagaron por falta de aceite. “La infeliz -prosigue Eslava- se dispuso a morir debajo de las mantas de su lecho oscuro. Durmió o creyó dormir, un espacio de tiempo frecuentado por atroces pesadillas. Cuando despertó sentía, en el hervor de una fiebre, las piernas heladas y doloridas. Quiso frotarlas con las manos. Le devolvía un tacto viscoso de piel desconocida y áspera que le produjo asco y escalofríos. Sin horror ni sorpresa aceptó en su cuerpo el lento prodigio de mudarse en serpiente hasta la adolescente redondez de sus caderas. Reptaba por sus tinieblas anillándose entre los silbos a los pilares que sostenían el techo...” Así fue como la infeliz se transformó en LA TRAGANTÍA. Dice la gente que en las noches de San Juan canta con dulce y atrayente voz: “Yo soy la Tragantía hija del rey moro; el que me oiga cantar no verá la luz del día ni la noche de San Juan” Si un niño escucha la canción, el monstruo lo devora. “Por eso -concluye el narrador-, la gente menuda procura irse a la cama y estar dormida desde temprano”.
TRASGO Se trata de uno de los seres más populares del folklore asturiano. Es una especie de duende doméstico que habita en las casas. En realidad, no es maligno; antes bien, hace que las cosas estén en su sitio. En ocasiones, sin embargo, resulta muy pesado y molesto, ya que por las noches (cuando la familia duerme), se dedica a hacer ruidos y a revolverlo todo. Además es muy goloso, y suele hurtar dulces y pasteles, que saborea en sus escondrijos. Cuando se tiene la certeza de que una casa está embrujada por trasgos, no queda otro remedio que pedirle que se someta a tres pruebas, lo que acepta indefectiblemente, ya que es muy vanidoso y se tiene por muy listo. La primera consiste en llenar un cesto de agua; la segunda en recoger el contenido de media taza de linaza en su mano izquierda (en la que, como se sabe, tiene un agujero), y la tercera, volver blanca la pelleja de un cordero negro... Naturalmente, fracasa, y abandona avergonzado el hogar.
TROLL Componente de un grupo de demonios de la mitología escandinava que, según la obra “Martillo de Brujas”, tenían aspecto similar al de un fauno. Por lo general se les calificaba como una especie de duendes. En Noruega solían tenerlos por benévolos, pero también podían ser malignos y seducir a las mujeres, violar a las muchachas e incluso herir de gravedad a las personas. Se dice que el extraño aspecto de los trolls se debe a que en sus orígenes se exponían directamente al sol, tanto que se agrietaba su piel y todo su cuerpo se resecaba; algunos llegaban a convertirse en piedra. Actualmente han sido víctimas de la comercialización.
YAMBEE-AKA Literalmente, “mujer vieja de los muertos”. En la mitología lapona, Yambe-akka dirige el mundo subterráneo, al que parece que imaginaron muy similar a este mundo, con la diferencia de que los espíritus de los muertos andan por el aire.
AMERICA
ACHERI Fantasma femenino de algunas naciones amerindias. Es una criatura esquelética vestida con harapos de piel de ciervo, que duerme de día y aparece de noche para cantar cantos de muerte, golpear su pequeño tambor y bailar su danza ritual. Su voz, tan estremecedora como el aullido de los lobos en invierno, flota desde las montañas a los valles, y pronostica la muerte para el que la oye o para alguien de su familia.
AH PUCH El dios maya de la muerte. Se le representaba como un esqueleto o un cadáver hinchado y semidescompuesto, adornado con campanas. En su calidad de HUNHAU, jefe de los demonios, AH PUCH reinaba sobre el noveno y más inferior de los mundos subterráneos, el espantoso MITNAL. AH PUCH ha sobrevivido en el folklore moderno en la forma de YUM CIMIL, “el señor de la muerte”, que ronda las casas de los enfermos en busca de su presa. A diferencia de sus guerreros vecinos, los mayas siempre tuvieron un gran temor a la muerte. La costumbre prescribía que los mayas debían llorar en silencio durante el día, pero por la noche, cuando la tierra imitaba la oscuridad del reino de Hunhau, estallaban en llantos y gritos agudísimos y sobrecogedores, que resultaban insoportables para los oídos de los que vivían en las proximidades.
AH PUCH El dios maya de la muerte. Se le representaba como un esqueleto o un cadáver hinchado y semidescompuesto, adornado con campanas. En su calidad de HUNHAU, jefe de los demonios, AH PUCH reinaba sobre el noveno y más inferior de los mundos subterráneos, el espantoso MITNAL. AH PUCH ha sobrevivido en el folklore moderno en la forma de YUM CIMIL, “el señor de la muerte”, que ronda las casas de los enfermos en busca de su presa. A diferencia de sus guerreros vecinos, los mayas siempre tuvieron un gran temor a la muerte. La costumbre prescribía que los mayas debían llorar en silencio durante el día, pero por la noche, cuando la tierra imitaba la oscuridad del reino de Hunhau, estallaban en llantos y gritos agudísimos y sobrecogedores, que resultaban insoportables para los oídos de los que vivían en las proximidades.
BALAMES Son duendes mayas. Según antiguas tradiciones, ellos son los guardianes de los cuatro puntos cardinales y por tanto tienen una función importante para el equilibrio del universo. En su libro “Fantasmas Mayas”, el escritor yucateco Roldán Peniche dice, respecto de estos seres: “A los balames se les decribe como ancianos de largas barbas blancas y rostros de espanto, cuya mirada nadie resistiría. Los balames llevan sombrero, calzan sandalias y largas túnicas flotantes. Aunque no se ha logrado un acuerdo respecto a su estatura, lo más aceptado es que son seres bajitos, como enanos humanos. Como muchas de las deidades mayas, ellos presentan la dualidad de la maldad y la bonad en su propio ser; lo mismo cuidan de las cosechas que matan a los hombres que se niegan a hacerles ofrendas. También se dice que devoran a los niños, pues las almas inocentes son como una energía que les permite seguir viviendo. Su materia es sutil y transpare
BAYKOK Espíritu nocturno de Norteamérica, exclusivo de los indios de la nación Chippewa. Tiene cierta semejanza con un esqueleto andante, excepto que sus huesos están recubiertos por una fina piel traslúcida. En las cuencas de sus ojos brilla una terrorífica luz roja. No hay modo de escapar del baykok, que derriba a su víctima con un bastón o le mata a distancia con flechas invisibles.
CARREFOUR Dios de la mitología vudú que domina a los espíritus de la noche. Se le representa como un enérgico hombre luna, capaz de buenas y malas acciones.
CHANEQUES O TLALOQUES Los chaneques son servidores del dios TLALOC, por lo que también se les llama “tlaloques”. El antropólogo veracruzano Roberto Williams, en su libro sobre los mitos tepehuas, dice que la palabra “chaneque” se deriva de la palabra maya CHAK, que era el dios del agua en esa cultura. Señala el investigador que la palabra “campamocha”, que es una especie de grillo del sureste de México, significa “¿dónde está?” o “¿dónde está tu casa?”; pero que la terminación “cha” identifica al dios del agua y sus representantes, que son esos insectos que aparecen en época de lluvias y que tienen una similitud lingüística y mitológica con los chaneques, que también se relacionan con el agua. La tradición de los chaneques se ha desarrollado principalmente en Veracruz, particularmente en la zona de los Tuxtlas, región famosa por sus brujos y hechiceros, quienes tienen relación con estos seres para sus trabajos de magia. En excavaciones arqueológicas dentro de la región se han encontrado figurillas que representan a seres pequeños y se les identifica con los chaneques. El maestro Roldán Peniche, en su “Bestiario Mexicano”, dice que los tlaloques se encargan de propiciar la lluvia, y la circulación del agua sobre la tierra, lo que mantiene la vida. “Tlaloc creó a los tlaloques, que eran muy numerosos y le hacían compañía en su casa; cada uno está provisto de un cántaro y un palo. Cuando los mandan a hacer llover, vierten el cántaro sobre la tierra; cuando es necesario que haya muchos truenos, usan el palo para romper el cántaro”. Tanto los tlaloques como los chaneques y los aluxes son muy similares: de talla pequeña, cabezones y de nariz larga; es sorprendente la similitud con los seres mágicos del resto del mundo. Se diría que son personajes de la misma especie, pero de diferente raza.
DAMBALLAH DAMBALLAH WEDO es el poderoso dios serpiente de la mitología vudú. La serpiente del río Simbi, patrona de las fuentes y de las lluvias, actúa en la tierra como una forma subalterna de Damballah, “la terrible serpiente encaramada al árbol”.
DUPPY Espectro de las Antillas, al que alguna persona vuelve a la vida para que realice algún servicio, generalmente ejecutar una venganza. Para convocar al duppy, se repite continuamente el nombre de una persona muerta, sobre su tumba, hasta que el duppy sale de la tierra dispuesto a recibir instrucciones. Lo ideal es que el duppy sea un pariente del convocador, porque los duppies extraños pueden atacarle en lugar de cumplir sus deseos. Si alguien tiene razones para temer el ataque de un duppy, puede mantenerlo alejado esparciendo semillas de tabaco alrededor de su casa.
DZOAVITS Un ogro gigantesco. Según lo shoshoneans, una tribu relativamente primitiva que habitaba lo que hoy son los estados de Nevada y Utah, DZOAVITS raptó a los dos hijos de la Paloma. Aguila y Grulla salieron en ayuda de Paloma, en busca de las crías, pero el monstruo las persiguió tan de cerca que tuvieron que esconderse en uno de los agujeros de Comadreja.
EK CHUAH Literalmente, “jefe guerrero”. Era una divinidad maya feroz y violenta, a la que se representaba siempre con un ojo ribeteado de negro.
GHEDE En la mitología vudú, GHEDE es la famélica figura con sombrero de copa negro, asimismo frac negro de largos faldones y gafas oscuras, que permanece apostada en las encrucijadas eternas por las que pasan las almas de los muertos camino de GUINEE, el legendario lugar origen y morada de los dioses. Como símbolo del guardián de los muertos, la cruz del BARÓN SAMEDI, como también es llamado Ghede, se halla presente en todos los cementerios, mientras que las tumbas puestas bajo la protección de su contrapartida femenina, MAMAN BRIGITTE, están señaladas por un montón de piedras.
IXCHEL En la mitología maya, IXCHEL es la colérica anciana que vació las redomas de su ira sobre la tierra y ayudó a la serpiente del cielo a crear el diluvio. La malévola Ixchel era la diosa de las inundaciones y las tempestades, siempre dispuesta a provocar súbitas destrucciones por medio de las tormentas tropicales. Se le representaba con garras y rodeada por los símbolos de la muerte y de la destrucción, una serpiente enroscada en la cabeza y una falda adornada con huesos cruzados.
IXTAB Diosa maya del suicidio. Se le representaba colgando del cielo con una cuerda alrededor del cuello, con los ojos cerrados por la muerte y las mejillas presentando los primeros signos de descomposición.
LLORONA, LA El ser espectral por excelencia de México. La siguiente es una crónica de Artemio de Valle-Arizpe (1888-1961), tomada de su libro “Leyendas, tradiciones y sucedidos del México Virreinal”: “¿Quién era el osado que, por más valiente que fuera, se atreviese a salir por la calle pasando las diez de la noche? Sonaba la queda en Catedral y todos los habitantes de México echaban cerrojos, ponían trancas y otras seguras defensas a sus puertas y ventanas. Se encerraban a piedra y lodo. No se atrevían a asomar ni medio ojo siquiera. Hasta los viejos soldados conquistadores, que demostraron bien su valor en la guerra, no trasponían el umbral de su morada al llegar esa hora temible. Amedrentada y poseída del miedo estaba toda la gente; era como si trajesen un clavo atravesado en el alma. Los hombres se hallaban cobardes y temerosos; a las mujeres les temblaban las carnes; no podían dar ni un solo paso; se desmayaban o, cuando menos, se iban de las aguas. Los corazones se vestían de temor al oír aquel lamento largo, agudo, que venía de muy lejos e íbase acercando, poco a poco, cargado de dolor. No había entonces un corazón fuerte; a todos, al escuchar ese plañido, vencíales la cobardía, achinaba las carnes, erizaba los cabellos, y enfriaba los tuétanos en los huesos. ¿Quién podía vencer la cobardía ante aquel lloro proplongado y lastimero que cruzaba noche a noche por toda la ciudad? ¡La llorona!, clamaban los pasantes entre castañeos de dientes, y apenas si podían murmurar una breve oración, con mano temblorosa se santiguaban, oprimían sus rosarios, cruces, medallas y escapularios que les colgaban del cuello. México estaba aterrorizado por aquellos angustiosos gemidos. Cuando se empezaban a oír, salieron muchos a cerciorarse de quién era el ser que lloraba de ese modo tan doloroso. Varias personas afirmaron, desde luego, que era cosa ultraterrena, porque un llanto humano, a distancia de dos o tres calles se quedaba ahogado, ya no se oía; pero éste traspasaba con su fuerza una gran extensión y llegaba claro a todos los oídos con amarga quejumbre. Salieron no pocos a investigar, y unos murieron de susto, otros quedaron locos; poquísimos hubo que pudieron narrar lo que habían contemplado, entre escalofríos y sobresaltos. Se vieron llenos de terror pechos muy animosos. Una mujer, envuelta en un flotante vestido blanco y con el rostro cubierto por un velo levísimo que revolaba en torno suyo al fino sopolo del viento, cruzaba con lentitud parsimoniosa por varias calles y plazas de la ciudad, unas noches por unas, y otras, por distintas; alzaba los brazos con desesperada angustia, los retorcía en el aire y lanzaba aquel trémulo grito que metía pavuras en todos los pechos. Este tristísimo ¡ay! levantábase ondulante y clamoroso en el silencio de la noche, y luego que se desvanecía con su cohorte de ecos lejanos, se volvían a alzar los gemidos en la quietud nocturna, y eran tales que desalentaban cualquier osadía. Así, por una calle y luego por otra, rodeaba las plazas y plazuelas, explayando el raudal de sus gemidos; y al final, iba a rematar con el grito más doliente, más cargado de aflicción, en la Plaza Mayor, toda en quietud y en sombras. Allí se arrodillaba esa mujer misteriosa, vuelta hacia el oriente; inclinábase como besando el suelo y lloraba con grandes ansias, poniendo su ignorado dolor en un alarido largo y penetrante; después se iba ya en silencio, despaciosamente, hasta que llegaba al lago, y en sus orillas se perdía; deshacíase en el aire como una vaga niebla, o se sumergía en las aguas; nadie lo llegó a saber; el caso es que allí desaparecía ante los ojos atónitos de quienes habían tenido la audacia de seguirla, siempre a distancia, eso sí, pues que un profundo terror vedaba acercarse a aquella mujer extraña que hacía grandes llantos y se deshacía de pena. Eso pasaba cada noche en México, a mediados del siglo XVI, cuando la Llorona, como dio en llamársele, henchía el aire de clamores sin fin. Las conjeturas y afirmaciones iban y venían por la ciudad, y cada quien aseguraba tener la razón, y que por lo tanto, debía dársele entera fe. Con certidumbre y firmeza aseguraben muchos que esa mujer había muerto lejos del esposo a quien amaba con fuerte amor, y que venía a verle, llorando sin linaje de alivio, porque ya estaba casado, y que de ella borró todo recuerdo; varios afirmaban que nunca pudo lograr desposarse con el buen caballero a quien quería, pues la muerte no dejó darle su mano, y que sólo a mirarlo tornaba a este bajo mundo, llorando desesperada porque él andaba perdido entre vicios; muchos referían que era una desdichada viuda que se lamentaba así porque sus huérfanos estaban sumidos en lo más negro de la desgracia, sin lograr ayuda de nadie; no pocos eran los que sostenían que era una pobre madre a quien le asesinaron todos los hijos, y que salía de la tumba a hacerles el planto; gran número de gentes estaban en la firme creencia de que había sido una esposa infiel y que, como no hallaba quietud ni paz en la otra vida, volvía a la tierra a llorar de arrepentimiento, perdidas las esperanzas de alcanzar perdón; o bien numerosas personas contaban que un marido celoso le acabó con un puñal la existencia tranquila que llevaba, empujado sólo por sospechas injustas; y no faltaba quien estuviese persuadido de que la tal Llorona no era otra sino la célebre doña Marina, la hermosa Malinche, manceba de Hernán Cortés, que venía a este suelo con permisión divina a henchir el aire de clamores, en señal de un gran arrepentimiento por haber traicionado a los de su raza, poniéndose al lado de los soldados hispanos que tan brutalmente la sometieron. No sólo por la Ciudad de México andaba esta mujer extraña, sino que se la veía en varias ciudades del reino. Atravesaba, blanca y doliente, por los campos solitarios; ante su presencia se espantaba el ganado, corría a la desbandada como si lo persiguiesen; a lo largo de los caminos llenos de luna, pasaba su grito; escuchábase su quejumbre lastimera entre el vasto rumor de mar de los árboles de los bosques; se la miraba cruzar, llena de desesperación, por la aridez de los cerros, la habían visto echada al pie de las cruces que se alzaban en montañas y senderos; caminaba por veredas desviadas, y sentábase en una peña a sollozar; salía misteriosa de las grutas, de las cuevas en que vivían las feroces animalias del monte; caminaba lenta por las orillas de los ríos sumando sus gemidos con el rumor sin fin del agua. Esta conseja es antiquísima en México; existía ya cuando los conquistadores entraron en la gran Tenochtitlan de Moctezuma, pues Fray Bernardino de Sahagún, al hablar de la diosa CIHUACÓATL en el capítulo VI del libro Primero de su “Historia General de las Cosas de la Nueva España” escribe que “aparecía muchas veces como una señora compuesta con unos atavíos como se usan en Palacio: decían que de noche voceaba y bramaba en el aire... Los atavíos con que esta mujer aparecía eran blancos, y los cabellos los tocaba de tal manera que tenía como unos cornezuelos cruzados sobre la frente”, y en el libro XI pone, además, al enumerar los agüeros con los que se anunció en México la llegada de los españoles y la destrucción de la ciudad azteca, que el sexto pronóstico fue “que de noche se oyeran voces muchas veces como de una mujer angustiada que con lloro decía: ¡Ay, hijos míos, que ya ha llegado vuestra destrucción! Y otras veces decía: ¡Ay, hijos míos! ¿Dónde os llevaré para que no os acabeís de perder?” Hasta los primeros años del siglo XVII anduvo la Llorona por las calles y campos de México; después desapareció y no se volvió a oír su gemido largo y angustioso en la quietud de la noche”.
MAE DE AIGUA Nombre con el que en las orillas del Amazonas se designa, en Brasil, a una arrogante y temible mujer, de mirada fascinante, que arrastra a las profundísimas aguas del río a todos aquellos que cometen la imprudencia de contemplarla.
MICTLANTECUHTLI El dios azteca de la muerte, señor del reino silencioso de los muertos, el Mictlan. Cuando sus brujos informaron al emperador Moctezuma Xocoyotzin que los fuegos inextinguibles, cometas y pájaros extraños sobrevenidos eran signos precursores de un desastre inminente, el monarca mandó emisarios a Mictlantecuhtli, cargados de suntuosos regalos, entre ellos, pieles de hombres desollados. Angustiado por la incertidumbre y temeroso por los rumores sobre el retorno de Quetzalcóatl, Moctezuma anhelaba la paz del mictlan.
REVENANTS Literalmente, “volver de nuevo”. Son almas en pena que regresan eternamente a los escenarios de terribles crímenes, de los que fueron víctimas o autores. La víctima retorna para lamentarse de su destino; los asesinos porque sus fechorías les impiden el eterno descanso. Los fantasmas de los asesinos pueden ser muy peligrosos para los vivos, y conviene ahuyentarlos con un ritual de exorcismo. En Haití, los revenants son de un tipo diferente. Se trata de los fantasmas de personas que consideran que los vivos se están olvidando de ellos y regresan para recordarles de manera desgradable que aún siguen existiendo en otra dimensión. Un revenant puede refrescar la memoria de sus familiares con acciones tales como volar cacharros de agua hirviendo, provocar enfermedades de la piel o hacer que los niños se pierdan en la selva.
SEDNA La siniestra diosa del mal de la mitología esquimal. Únicamente los angajoq, “hombres medicina” son capaces de soportar la visión de su odiosa figura de un solo ojo. Hay diversas leyendas de su temperamento salvaje y de su dominio sobre los ADLIVUN, “los que están debajo de nosotros”, los que han sufrido una muerte atroz. SEDNA rechazaba a todos sus pretendientes, y sólo concedía alguna vez sus favores a perros o pájaros. Encolerizados por esto, sus padres le cortaron los dedos y la echaron al mar. Su padre, que era tuerto, tenía una sola mano y usaba tres dedos de ella para apoderarse de los agonizantes. La deformidad familiar y la relación de ésta con los muertos sugieren que el descenso de SEDNA al fondo del mar fue una justificación mítica de su entronización como señora del mundo de ultratumba. El ADLIVUN, el terrible reino de Sedna, alberga los espíritus de los que la desobedecieron en vida. En algunas zonas, los esquimales creen que estas almas infortunadas retornan a sus pueblos natales como espíritus malevolentes, envueltos en fantasmales andrajos.
SQUONK Fuera de Pennsylvania, pocas personas han oído hablar de él, aunque se dice que es bastante común en los cicutales de aquel Estado. Es el más desdichado de todos los animales. Deja tras de sí un reguero de lágrimas y se puede escuchar su lamento tras los arbustos de cicuta. La leyenda aconseja a los cazadores le sigan la pista en las noches más frías y de luna, cuando sus lágrimas caen bastante más despacio de lo habitual y al animal no le agrada moverse. Se mencionan casos de algunos de estos seres, que cazados, acabaron disolviéndose en un mar de burbujas y lágrimas.
STA-AU Los fantasmas de los hombres malvados. Según los indios pies negros, la sombra de una persona es su alma. También creen que los difuntos habitan en cierta ladera de las colinas. Pero los espíritus malignos vagan al acecho cerca de los poblados y causan daño a los vivos, especialmente después de la puesta del sol.
TAWISCARA El espíritu del mal de los hurones. Los dos nietos gemelos de la luna, TAWISCARA y IOSHEKA, representan las fuerzas antitéticas de la naturaleza. En la sangrienta pelea por la supremacía que enfrentó a los dos hermanos, Iosheka luchó armado con los cuernos de un ciervo, mientras que Tawiscara sólo tuvo tiempo de armarse con una rosa silvestre. Por esta razón el hermano malvado fue derrotado y tuvo que huír, “sangrando piedras de sílex”.
TEZCATILIPOCA Literalmente, “espejo ahumado”. El nombre se refiere al espejo de obsidiana negro que usaban los magos aztecas para ver el futuro. Tezcatlipoca tenía varios aspectos, uno de ellos, el dios tramposo y asociado con brujas, ladrones y malhechores en general.
TIEHOLTSODI En la mitología de los indios navajos, es el monstruo del agua. Fue en principio enemigo de la humanidad, pero con el tiempo fue perdiendo su antagonismo, aunque se le sigue creyendo responsable de las muertes de los ahogados.
TLAUIXCALPANTECUHTLI Divinidad de Tollan, de carácter destructivo, identificada con el planeta Venus.
TLAZOLTEOTL La diosa de la suciedad de la mitología azteca. Era una divinidad asociada con la brujería, y desempeñaba el papel de mensajera del penitente ante el dios Tezcatlipoca. El terror de esta diosa era el sexo. Para preservar el fanatismo de los guerreros, la ciudad de Tenochtitlan sufragaba el mantenimiento de un cuerpo de prostitutas, reclutadas de familias corrientes de la ciudad. Estas muchachas, devotas de la diosa, recibían un entrenamiento especial, visitaban periódicamente los cuarteles de los guerreros, y después eran arrastradas al templo para perecer en sacrificio sacerdotal.
WONOMI Literalmente, “no muerto”, de la tribu maidu de California. Después de crear a la humanidad, Wonomi gobernó el universo hasta que apareció su adversario Coyote. Los hombres prefirieron seguir a éste y no a Wonomi.
ZOMBI En la religión vudú, un zombi es un cuerpo sin alma esclavizado por un brujo. Según los casos, puede tratarse del cuerpo de una persona a la que se ha privado de su alma por medios mágicos, o de un cadáver reciente que, tras quedar separado de su alma por medio de los ritos mortuorios, se obliga a levantarse de la tumba. Como señor de los muertos, GHEDE tiene el poder de animar los cadáveres usándolos como zombis
OCEANÍA
BUNYIP Los aborígenes australianos han creído y creen todavía en fabulosas criaturas, de aspecto inquietante algunas de ellas. Los de Nueva Gales del Sur y de Victoria (sureste del país) estaban persuadidos de la existencia de cierto monstruo acuático, “cuya voz tonante llenaba de temor las mentes de cuantos lo escuchaban”. Añadían que su aspecto era tan espantoso como insaciable su apetito de carne humana (al parecer, sus víctimas favoritas eran mujeres y niños). En 1847, la prensa australiana publicaba noticias relativas al “Bunyip de Kine Patrie” que en otras zonas era llamado por indígenas y blancos “Yahoo” y “Wowie Wowie”.
FORSOS Fantasmas de las islas frente a la costa norte de Australia, y de algunas partes de Nueva Guinea. Es muy raro ver a un forso, pero se siente a menudo el efecto de sus actividades. La muerte es una ocupación muy tediosa, y los forsos se pasan el tiempo atormentando a sus parientes vivos. El mejor modo de mantenerlos tranquilos y razonablemente satisfechos es hacer frecuentes visitas a las tumbas o mantener expuestos en la aldea los cráneos y huesos de los antepasados. Con esta práctica, los muertos disfrutan de bastante compañía y los forsos no se ponen inquietos por el aburrimiento.
LUZ DE MIN MIN Un fenómeno en la región de Min Min, en Queensland, Australia. Los viajeros que recorren la llanura de noche se ven con frecuencia seguidos o acompañados por una gran luminiscencia centelleante que aparece de repente y desaparece tan pronto como llegó. La luz de Min Min ha asustado a muchas personas, aunque hasta ahora parece no haber hecho daño a nadie.
RONA La “mujer de la luna” de Nueva Zelanda. Originalmente se trataba de una muchacha maorí que olvidó ir por agua durante el día y tuvo que llenar su cántaro de noche. La luna estaba muy brillante durante el camino de la aldea a la fuente, pero de pronto se ocultó tras unas nubes y Rona tropezó en unas piedras y cayó al suelo. Se puso tan furiosa, que empezó a insultar a la Luna, la cual acabó perdiendo la calma y bajó a la tierra para llevársela. Rona se resistió violentamente y se agarró a un árbol, pero la Luna arrancó el árbol de raíz y se lo llevó con Rona aún agarrada. Cuando la luna está llena, pueden verse en su cara a Rona, el árbol y el cántaro.
TANIWHA Los maoríes de Nueva Zelanda hablaban de este monstruo antropomorfo, difícil de definir, ya que adoptaba las formas de lagarto, ofidio o pez. Además, como gozaba de poderes sobrenaturales, lo mismo podía transformarse en cualquier otra criatura y volar por los aires.
YOWIE O WOWIE Criatura nocturna de Australia, que probablemente adopta una forma intermedia entre un reptil y un insecto. Los que lo han visto aseguran que tiene seis patas, cabeza de lagarto, cuerpo cubierto de escamas, semejante a un escarabajo o reptil, y cola de serpiente. Al parecer, el Yowie habita en cuevas profundas y sólo sale al oscurecer, en busca de presas.
AFRICA
HAIIT Los nativos africanos dan este nombre a cierta criatura mítica, del tamaño de un gorila. Tiene el vientre inclinado hacia atrás y casi rozando el suelo; su cabeza y su rostro recuerdan a las de un niño. Al parecer, se alimenta sólo de aire. Si se le captura, se vuelve taciturno y emite grandes suspiros, como lo haría un ser humano.
ISSA BEER Una leyenda sudanesa, que tiene como protagonista al príncipe Samba Gana, de Faraka, habla de una gigantesca serpiente, más bien serpiente-dragón, llamada Issa Beer, cuya longitud era de unos dos mil metros. Su aspecto era terrorífico, cubierta de escamas que parecían metálicas, ojos llameantes y colmillos como los de un elefante; era capaz de tragarse de un solo bocado un caballo con su jinete. Samba Gana se atrevió a enfrentarse al monstruo, y tras una terrible contienda que se prolongó durante ocho largos años, consiguió darle muerte.
IMANDWA Fantasmas de ciertos héroes y jefes de tribu de la región de Tanzania. Aunque desempeñaron importantes funciones durante su existencia mortal, sienten celos de los vivos y se vengan de su propia muerte realizando actividades molestas durante la noche.
SAKARABRU Dios de las Tinieblas, que reina en las regiones africanas conocidas actualmente como Guinea, donde es adorado por la etnia agni. Vive en la casa de fetiches, a la entrada de cada aldea, junto con todos los dioses que se encargan de cuestiones importantes como la fertilidad, el tiempo y las artes mágicas. SAKARABRU tiene una personalidad dual. En ocasiones puede rondar por la aldea, apoderándose de cualquiera que sea tan tonto para salir de noche, triturándolo con sus terribles dientes. Pero también protege la aldea contra ataques nocturnos de demonios errantes, y si recibe las ofrendas apropiadas, puede curar a los enfermos y ahuyentar a los espíritus de la enfermedad.
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